Héroe de la guitarra.

Slash en el Movistar Arena

Por Agustín Baccá.

Los treintaipico de grados bajaron a 26 con el diluvio que se largó una hora antes del show. Pelos largos mojados, remeras negras empapadas, tropiezos y resbalones varios en las inmediaciones del estadio. Por suerte el Movistar tiene techo y aire acondicionado: entrar fue todo un alivio para las casi 15 mil personas que se acercaron a Villa Crespo.

Es que adentro se presentaba Saul Hudson, oriundo de Londres (mudado a Los Ángeles con sólo cinco años), mejor conocido como Slash, el guitar hero de la Gibson Les Paul. El músico de 58 años aterrizó en el Movistar Arena argentino embarcado en la gira “The River is Rising” junto a Myles Kennedy and The Conspirators, la banda que integran el bajista Todd Kerns, el guitarrista rítmico Frank Sidoris y Brent Fitz en la batería. 

Una de las mejores cosas de las bandas de afuera es que respetan los horarios. 21hs arrancó el show. “The River is Rising”, “Driving Rain” y “Halo” encendieron la mecha de una noche de puro rock donde la premisa de los músicos fue tocar, tocar mucho, tocar largo y hablar poco. Los cinco pelilargos salieron a escena, tres de negro, el batero con la 10 de la Selección Argentina de dudosa procedencia y Slash con estricta galera, rulos y Ray Ban Aviator con remera blanca del Houses of the Holy de Led Zeppelin

La platea deseosa de clásicos aplaudió los solos de Slash mientras que el campo saltó en varios de los estribillos. Porque, aunque no conozcas las canciones, este tipo de rock te gusta o te gusta. 

“Olé olé olé, Es-Lash, Es-Laaash” coreaba el campo cada tres o cuatros canciones, cosa que seguro no les pasó en la gira mundial que los tiene de acá para allá. Al cierre de “Whatever Gets You By” Kennedy decidió agradecer a los presentes: “Esperamos esto hace mucho mucho tiempo, es mejor de lo que imaginamos, ustedes son geniales”. 

Para el primer cover de las noche, Todd Kerns (que cuando está libre canta en Sin City Sinners) se hizo cargo del micrófono para hacer “Always on the Run” de Lenny Kravitz, tema del que Slash compuso el riff a fines de los 80, apenas después de grabar Appetite for Destruction.

De nuevo el “Olé olé olé, Es-Lash, Es-Laaash” pero esta vez el violero lo acompañó con su guitarra para delirio del auditorio. Y llegó el momento de la única canción de GNR de la noche: "Don't Damn Me", track número 13 del Use For Illusion I. 

En “Starlight” el cantante desplegó una bandera de “Slash ft Myles Kennedy” con los colores argentinos y cantó todo el tema sosteniéndola. El público aprovechó la balada para activar las linternas de sus smartphones y hasta hubo un par de nostálgicos que decidieron usar sus encendedores.

“Es tan divertido esto que no nos queremos ir. Es increíble, es un sueño para nosotros que sólo pareciera mejorar. ¡Gracias!” expresó Myles a lo que la muchachada le respondió con un “Ke-nne-dy Ke-nne-dy Ke-nne-dy” hermosamente argento.

Al cierre de “World on Fire” el vocalista presentó a toda la banda. “Ahora hagan el ruido más fuerte de todos para presentarlo a él, la razón por la que estamos todos acá: ¡¡Slash!!”. Y el guitarrista por fin dijo sus primeras palabras a la audiencia: “¡Hey fuckers!”. 

Sólo quedó lugar para los últimos dos bises. El primero fue una emotiva versión de “Rocket Man (I Think It's Going to Be a Long, Long Time)”, de Elton John y “Anastasia”, canción de su segundo álbum Apocalyptic Love. 

A la salida nos volvió a sorprender la lluvia, así que volvimos a empaparnos. Pero contentos con ver que Slash quedó feliz con su presentación en nuestras tierras. Y así lo expresó en su cuenta de Twitter. 

Cobertura Audiovisual: Malena Berardi. 
ph: Fenix Entertainment

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